La patota que mató a Ezequiel atacaba y robaba a jóvenes a la salida de un boliche

Ezequiel Altamira, el adolescente de 17 años asesinado a golpes por una patota a la salida del boliche The Club en Ituzaingó, recibió el último adiós de sus familiares y amigos. Por el caso hay tres jóvenes detenidos -de 19, 17 y 14 años- y un prófugo

"Era un chico normal, buen pibe. Con valores. Cero violencia. Y había salido con sus amigos a bailar. Y dentro del boliche no pasó nada. No hubo peleas, ni nada. Era un chico muy ubicado que siempre le avisaba a la mamá dónde estaba y qué hacía. Es muy injusto este final", lamentó Mario, tío de la víctima.

Según informaron fuentes policiales, en la madrugada del sábado Ezequiel fue al boliche The Club junto a un grupo de amigos. Cerca de las 3, los jóvenes salieron del local bailable rumbo a una plaza cercana. En el camino, una patota atacó a golpes a Ezequiel -uno de los agresores utilizó una manopla-, con intenciones de robarle el celular.

“Cuando lo reanimaron le hicieron algunas preguntas para ver si estaba ubicado en tiempo y espacio y ahí se fueron. El problema fue cuando lo quisieron despertar, que nunca más reaccionó”, detalló el tío de Ezequiel.

“Hablamos con los vecinos del lugar y dicen que se dedican a esto, los fines de semana esperan a la salida del boliche y te atacan”, contó el hombre en diálogo con la prensa en la puerta del velatorio.

Según indicó el familiar, Ezequiel había vendido entradas de otro show para poder ir con sus amigos a The Club: “Capaz el no conocer la zona los llevó a que vayan a la plaza para esperar el taxi”, evaluó el tío.

Mario se refirió a la edad de los acusados: “Si un pibe sale con un pedazo de fierro ya es consciente que lastima, la edad para mí en este caso es relativa”, planteó. Y agregó: “Justicia para nosotros es que no salgan más" pero "no hay consecuencias, ya sabemos que el de 14 es inimputable”, indicó.

El ataque que causó la muerte de Ezequiel quedó registrado en las cámaras de seguridad de la zona, que permitieron reconstruir la posterior fuga de los agresores -que luego de la golpiza se cambiaron de ropa-, y dar con su paradero. Por el crimen hay tres detenidos: "Toto" Pedrozo, de 19 años, su hermano, de 14, y otro joven de 17.